27.9.10

¿Cómo pretendés que sonría si por dentro estoy llorando lágrimas amargas? No puedo ofrecer un semblante que contradiga lo que vive mi corazón. No, se me da muy mal disimular las emociones y a duras penas lo consigo ahora. No intentés animarme; será en vano.
Cuando alguien tiene una herida es difícil que otros la cierren. Tiene que ser el propio cuerpo el que sane esa herida, el que haga cicatrizarla con unas buenas dosis de autocompasión.
No pretendo dar pena, ni quiero que me "ofrezcás" unas palmaditas en el hombro. Solo quiero que desistás en el intento de cambiarme. Si no puedo ser feliz ahora, nadie va a conseguir modificar mi estado. Miento: sólo una persona podría, pero es imposible que se dé cuenta.
Es cierto que hay que aprovechar cada día al máximo estar alegre y llevar dibujada en el rostro la mayor de las sonrisas. Pero repito, si el corazón está hecho pedazos, es complicada la tarea de repararlo.
El tiempo lo arregla todo... ¿pero cuánto más he de esperar para olvidarme de todo esto, para "cambiar el chip"? Llevo ya demasiado y no he conseguido avanzar ni un paso. No veo un maldito rayo de luz en este túnel...
¿Es que no hay salida?

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