29.9.10

A duras penas, pero sigo en pie. Las cosas no mejoran, y por lo tanto mi estado de ánimo tampoco.

Será que me ha tocado pasar por una de esas rachas de la vida en las que todo se tuerce, tu alrededor se torna oscuro y por más que das vueltas y vueltas sobre tí misma no consigues ver ni un puntito de luz.

Pero... es lo que hay. Lo peor
de todo es la impotencia que siento... porque sé que no puedo hacer NADA. Sólo esperar. Y odio esperar, por la sencilla razón de que soy demasiado impaciente... por eso cada vez me hundo un poquito más.

Ojalá apareciese el genio de la lámpara y me concediera el único deseo que deseo (valga la redundacia) yo ahora: que todo salga bien.

Quisiera volver a sonreír... recordar aquella sensación que llaman felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sonrisa(s)