27.9.10

Sé que nunca llegaste a amarme... sé que ni te planteaste cómo sería si alguna vez estuviéramos juntos... pero aun así, te quiero. Porque mis labios siguen anhelando ese beso que no llegó (ni vendrá); porque mi corazón late más deprisa cada vez que nuestra piel entra en contacto; porque mis ojos no saben a dónde dirigirse cuando cruzan una mirada con los tuyos y se clavan en tus inmensas pupilas; porque aunque el tiempo y la distancia nos separen, te seguiré amando.

Quizá lo que más me duela no sea el no ser correspondida, sino más bien tu indiferencia, o peor aún, el saber que NUNCA habrá algo entre nosotros. Ya ves... soy así de pesimista. Pero... ¿es que hay otra alternativa? Es difícil olvidarte, sólo eso. Tomo conciencia de la situación, y no logro sacarte de mis confusos pensamientos. Será una especie de masoquismo o tortura mental, porque por un lado me gusta quererte, me niego a odiarte.


Es inevitable.

Quiero oírte llorar y que me parta el corazón... quiero darte un beso sin pensar. Quiero sentir miedo cuando me digas adiós...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sonrisa(s)