Si, te confieso que me siento mal. No, no me avergüenza el confesarte que tu adiós me ha dejado un hueco en mi corazón. Yo siempre he sido honesta con mis sentimientos. Y no me da la gana de seguir fingiendo que soy fuerte, y no me da la gana de seguir pretendiendo que no me duele. Y no me da la gana de inventarme mil mentiras: que no me estoy muriendo día a día, la falta que me hace tu sonrisa, y decías que me querías. Maldita sea, no me resigno a vivir la vida sin ti. No, no te molestes en consolarme, no trates de justificarte. Yo siempre he sido honesta con mis sentimientos, ahórrate tu lástima, y no repitas más “Lo siento”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sonrisa(s)