30.9.11

“Me agarraron de los pelos, me tiraron al piso, me patearon. Con mis brazos protegí la panza. Todavía no se lo había dicho a nadie. ¡Pero estaba embarazada! Se los dije, ¡No me peguen estoy embarazada, no me peguen! Pero no les importó. […]Después el trato especial se terminó, primero fueron golpes, después me llevaron a la maquinita de la verdad, me desnudaron, me ataron, y me picanearon, una y otra vez. Me pedían nombres, se los hubiera dado, o… los hubiera inventado. Pero el dolor no me dejaba ni hablar. Me violaron reiteradas veces, hasta asesinarme. No queda en mi juzgarlos…”

El León y la Luna; Noelia Gonzalez.


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